La empresa Benito Roggio ferroindustrial (BRf) eligió a la localidad cordobesa de Juárez Celman, partido de Colón (a 718 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires) para montar allí un galpón de más de 120.000 metros cuadrados a fin de realizar las reparaciones y el mantenimiento general de los vagones que funcionan en las líneas porteñas.

“Antes en este lugar funcionaba una cantera, pero como el negocio no prosperó se emplazó esta planta de reparación de vagones y material rodante. El primer año empezamos con 40 empleados y reparamos un vagón; el siguiente, un coche de pasajeros, y el posterior, una locomotora”, dijo Carlos Siragusa, director comercial de BRf y uno de los principales impulsores de este proyecto, ante La Nación.

Para “cumplir con el objetivo de mejorar la operatividad de la flota” se montó este predio, más allá de los talleres que cada línea porteña tiene para el mantenimiento.

“En los próximos cuatro años es muy importante ponerse al día. Por eso Emova tuvo que apoyarse en proveedores externos para arreglar el material rodante en tiempo y forma”, dijo Lucas Slobozian, gerente general operativo de BRf.