En la previa del acto en la Legislatura porteña en memoria de las “víctimas del terrorismo”, asesinados por guerrillas en los años setenta, encabezado por la candidata a vicepresidenta de la Nación de La Libertad Avanza Victoria Villarruel hubo tensión entre los manifestantes que protestaban en las inmediaciones, afirmando que se trata de un evento “negacionista del terrorismo de Estado”, y la Policía de la Ciudad que sostenía un vallado en torno al edificio parlamentario de Perú 160 (Comuna 1).

El encuentro en el Salón Dorado fue convocado por la legisladora porteña de LLA Lucía Montenegro. Iba a contar con la presencia de allegados al Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV), presidido por Villarruel.

Por dentro también hubo tensión, ya que la prensa no pudo acceder al Salón Dorado donde se iba a desarrollar el encuentro. Se dijo que el ingreso era solo para invitados.

Algunos trabajadores de prensa denunciaron que fueron aislados en el Salón Perón.

A su vez, circularon videos de integrantes del bloque Frente de Izquierda cantando consignas contra la dictadura a metros del ingreso al Salón Dorado.

Desde temprano organismos de derechos humanos se hicieron presentes en los alrededores de la Legislatura, la cual estuvo vallada desde la mañana. Denunciaron que este era un acto que reivindica el terrorismo de Estado de la última dictadura militar.

Así, el Encuentro Memoria Verdad y Justicia dio una conferencia de prensa en Diagonal Sur y Perú.

También marcharon hasta el lugar Madres de Plaza de Mayo. Se sumaron otros tantos organismos sociales, políticos y sindicales.

Villarruel refutó las acusaciones en redes sociales: “Les molesta que pidamos DDHH para todos y que sepamos la verdad de lo que hicieron los terroristas, quieren amedrentarnos con escraches y amenazas como en los 70. No quieren que se sepa la verdad, porque la izquierda es la tiranía hecha ideología, pero vamos a honrar a nuestros muertos. No importa lo que digan de mi. He luchado y lo sigo haciendo por los que no tienen DDHH. Estudié, entrevisté a todos los que pude, me reuní con terroristas para escuchar su visión y arrepentimiento, escribí libros, fundé una ONG, di conferencias pero no levanté el arma contra otros en nombre de mis ideas, no puse una bomba a Paula, no secuestré a Larrabure, ni ataqué Tucumán o el cuartel de Azul, no maté a niños como Juan Eduardo Barrios ni me hice la víctima para cobrar indemnizaciones, solo lucho para darle voz a los que uds asesinaron en nombre de una revolución que nadie les pidió”.