Este jueves, luego de mucho tiempo, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires volvió a celebrar una sesión ordinaria, con más de 200 proyectos en cuestión. En algunas bancas de los legisladores del oficialismo y de oposición se fijaron carteles con la consigna “Ahora más que nunca, Nunca más”.

Esto ocurre porque el lunes la candidata a vicepresidenta de la Nación por La Libertad Avanza Victoria Villarruel hizo, por impulso del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV) que ella preside y la legisladora de LLA Lucía Montenegro, un acto “en memoria de las víctimas de terrorismo” (guerrillas de los setenta), el cual fue repudiado por organismos políticos y de derechos humanos al considerar que de forma directa tuvo un tinte “negacionista del terrorismo de Estado” de la última dictadura militar.

Este jueves, el legislador porteño por el Frente de Todos y hermano de un detenido-desaparecido, Claudio Morresi, llamó a Villarruel como “una hija ideológica de los genocidas y de los asesinos”.

De modo similar se expresó la legisladora del Frente de Izquierda e hija de desaparecidos Alejandrina Barry: “Fue una reivindicación de la dictadura militar genocida. Hubo un reagrupamiento de los defensores de los genocidas”.

El FIT además presentó “una cuestión de privilegio contra Villarruel y los legisladores de La Libertad Avanza en repudio por el acto negacionista y pro dictadura que armaron en la Legislatura”.

Fue una de las 13 cuestiones de privilegio que presentaron bloques del FIT, Frente de Todos, UCR.

De todos modos, la legisladora Lucía Montenegro se mostró “orgullosa” del acto del lunes: “Si por este acto se me tilda de genocida, golpista o asesina, no solo es una absurda mentira, sino que tampoco guarda relación con el evento en particular”.