La pobreza en CABA aumentó 3.4 puntos en un año y afecta al 27,0% de los porteños
La indigencia alcanza al 10,2% de las personas (315.000 individuos).
La Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires informó que “en el segundo trimestre de 2023, la pobreza se ubica en 21,3% de los hogares (288.000 hogares) y 27,0% de las personas (830.000 personas), guarismos que superan a los del mismo período del año anterior. La indigencia alcanza al 7,5% de los hogares (102.000 hogares), siendo el segundo número más alto de la serie para un segundo trimestre (solo superado en 2020, en pandemia, cuando se ubicó en 11,7%) y al 10,2% de las personas (315.000 personas)”.
“En la Ciudad, la pobreza por ingresos aumentó fuertemente (3.4 puntos) en el 2° trimestre de 2023 respecto del mismo período del año anterior. La indigencia también aumenta y se ubica en el 10,2%”, dijo José María Donati, Director General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires.
Esto implica, según datos oficiales, que en el transcurso de un año cayeron en la pobreza 57.000 hogares y 103.000 personas.
Así, la Dirección General analizó: “Dinámica del período A pesar de que el empleo en la Ciudad está alcanzando un nuevo record, la expansión de los ingresos no resulta suficiente para mantener las condiciones de vida de la población en los niveles del año anterior. Los aumentos en los ingresos laborales y no laborales quedan muy por debajo de la suba de los precios. Al interior de los primeros, la pérdida de ingresos reales se da en todas las categorías ocupacionales”.
“Las condiciones de vida de los hogares de la Ciudad se deterioran en forma generalizada, afectando el acceso a las canastas básicas y reduciéndose el peso de los sectores medios y acomodados. La pobreza y en particular la indigencia alcanzan incidencias de las más altas de la serie iniciada en 2015; solo son superadas en la pandemia”, se agregó.
“Dentro de los hogares en condición de pobreza, más de un tercio no tiene ingresos suficientes para costear una canasta básica de alimentos (35,4%, frente a 29% en 2022). Los hogares en condición de pobreza junto con los que están en situación vulnerable conforman el agregado de hogares en condición de vulnerabilidad, que en el período representan un tercio de la población total. Allí reside el 40,2% de la población de la Ciudad”, se analizó.
También se menciona que “dentro del conjunto de hogares y personas en situación de pobreza, los que están en situación extrema (indigencia) se incrementan, pasando a representar el 35% de los hogares y del 38% de las personas con carencias de ingresos”.
Algunos grupos resultan más impactados por la pobreza que otros. Cabe destacar a los hogares encabezados por mujeres (donde la incidencia de la pobreza es de 24,4%, frente a 18,0% con jefe varón), sostiene el informe oficial.
por una persona desocupada (3,3 veces más alta que la incidencia del total), o por una ocupada en servicio doméstico (49,7%). También a los hogares que están ubicados en la zona Sur (33,2%) y a los que tienen niños de menos de 14 años (34,9%), estos últimos con incidencias de la pobreza y de la indigencia crecientes con el número de niños en el hogar. En cambio, la porción de hogares con presencia de adultos mayores que están en situación de pobreza está por debajo del promedio (15,7%) y se reduce con la cantidad de personas mayores de 65 años en el hogar, producto de la amplia cobertura jubilatoria que garantiza un mínimo de ingresos.
Se destaca que el 39,6% de los niños, niñas y adolescentes (0-17 años) residen en hogares en condición de pobreza (271.500 personas en ese grupo de edad). Un año atrás, el guarismo era de 38,4%.
El ingreso per cápita familiar de los hogares en condición de indigencia es de $21.303 y el de los que padecen pobreza no indigente es de $53.855. En promedio, se requeriría transferir $68.476 a cada hogar en situación de pobreza para que salgan de esa condición. Esa brecha de ingresos representa, siempre en promedio, el 37,6% de la canasta básica total.
Por otra parte, el peso de los estratos no pobres se reduce en la comparación interanual, como contraparte del aumento de los estratos pobres. Además, dentro de este conjunto, se destacan los cambios interanuales en la composición: cae la participación de los sectores acomodados y, en mayor medida, del sector medio, en favor del sector en situación vulnerable. El sector frágil, se mantiene con una porción similar.
Los hogares en situación vulnerable representan el 12,2% de los hogares (164.000 hogares) y en ellos vive el 13,2% de la población (408.000 personas). Sumados al conjunto de hogares en condición de pobreza, conforman los hogares en vulnerabilidad, que ascienden a 33,5% (unos 452.000 hogares), en los que habita el 40,2% de la población (unas 1.238.000 personas). En el último año, este agregado de población se expande desde 31,5%.
El sector medio frágil, ubicado entre los hogares en condición de vulnerabilidad y los sectores medios, está integrado por el 8,8% de los hogares y el 9,0% de las personas (119.000 hogares y 277.000 personas), con una leve merma en la cantidad de hogares y personas respecto al mismo trimestre de 2022.
Los sectores medios asociados a la “clase media” representan la franja más grande: 49,4% de los hogares de la Ciudad de Buenos Aires y 45,1% de la población (unos 666.000 hogares y 1.390.000 personas, respectivamente) y su participación se contrajo 6,8 pp en hogares en el último año. Los guarismos están cerca de los de 2019 -antes de la pandemia-, pero no alcanzan a los más altos de la serie histórica (57% de los hogares en el mismo período de 2017).
Los sectores acomodados de la Ciudad de Buenos Aires tuvieron un fuerte retroceso. El porcentaje de hogares se coloca en 8,3% y el de personas en 5,7%, lo que significa descensos en el último año de 2,0 pp y 2,2 pp, respectivamente. Integran el sector acomodado unos 112.000 hogares y 176.000 personas. Su participación actual es similar a la que hubo durante la pandemia.
En la estructura general por estratos de ingresos, los cambios más importantes en relación a 2019 (antes de la pandemia) se observan en el mayor peso de los hogares en situación de indigencia, en pobreza no indigente y los que están en condición vulnerable, con la paralela disminución de los segmentos acomodados, y, en menor medida, frágil y medio. Esto se traduce como un deterioro simultáneo en las condiciones de vida de los segmentos de mayores y menores ingresos.
En relación al trimestre anterior, hay un importante crecimiento en el número de hogares en situación de pobreza (5,5 pp en hogares y 5,2 pp en personas). Dentro del conjunto de hogares no pobres, se destacan las expansión de los sectores en situación vulnerable (2,8 pp en hogares y 3,1 en población, respectivamente, en detrimento de los sectores frágil, acomodados y medio.