Ordenaron liberar a los tres hombres acusados de integrar una supuesta célula terrorista
Habían sido arrestados el 30 de diciembre. La investigación concluyó que no se conocen entre ellos.
La jueza María Eugenia Capuchetti ordenó este lunes liberar por falta de mérito a los tres hombres detenidos acusados de integrar una supuesta célula terrorista que tenía planificado ejecutar un atentado contra la comunidad judía local.
Se trata de Naem Chatay Chassan, un ciudadano sirio-colombiano jugador de ping-pong que había sido arrestado el 30 de diciembre en el Aeropuerto de Ezeiza cuando llegó al país y Ramón Alberto Domínguez, un peluquero del Gran Buenos Aires. Se los acusaba de que iban a recibir un paquete sospechoso desde Yemen, el cual nunca pudo ser localizado y del cual la Justicia cree que nunca existió. También estaba detenido Juan Manuel “El Rubio” Ledesma, quien se hizo pasar por un agente inorgánico de la Embajada de Estados Unidos para denunciar a los dos antes mencionados.
Los tres estaban alojados desde el 30 de diciembre en una dependencia de la Policía Federal Argentina (PFA). Ante las autoridades, habían dicho que no se conocían entre sí, lo cual fue corroborado luego de analizar sus teléfonos celulares.
“Considero que el cuadro probatorio incorporado a las presentes actuaciones vinculado a la participación de Chassan, Domínguez y Ledesma en el hecho que les fuera imputado resulta, de momento insuficiente”, afirmó la jueza en el fallo y sumó: “Más allá de las circunstancias aludidas, las distintas medidas de prueba realizadas hasta el momento, en especial del análisis de los dispositivos, no permiten tener por probado que Chassan, Domínguez y Ledesma tengan vinculación con el hecho que les fuera imputado”.
“De momento, no se ha incorporado elemento de prueba que permita corroborar la hipótesis investigada y que formó parte de la imputación. La situación de los nombrados plantea una serie de interrogantes que aún deben esclarecerse para dictar una resolución conclusiva”, agregó.
Tras las detenciones, la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich había dicho el 3 de enero: “Se obtuvo una información de inteligencia brindada por una conjunción de elementos tanto de Estados Unidos como de Israel y de un miembro de Gendarmería que ha sido formado en antiterrorismo de parte de sus pares de Colombia”. “Las tres personas están vinculadas -por los tres detenidos- y sabíamos que llegaban en distintos vuelos y que estaban a la espera de un paquete de Yemen”, había agregado.
El 28 de enero el área de seguridad de la Embajada de Israel recibió una llamada de una persona que se hizo pasar por un gendarme. Dijo que iban a arribar al país tres personas integrantes de una célula terrorista. La Embajada contactó al Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) de la PFA, así inició la investigación. Al día siguiente Ledesma se presentó ante la DUIA y dio el nombre de Chassan, dijo que él y otras dos personas estaban vinculadas al terrorismo.
El Rubio, se desprende de la investigación, accedió a los datos del ciudadano sirio-colombiano al mirar registros del Hotel España del microcentro porteño donde este se alojaba. Supo también del supuesto paquete proveniente desde Yemen porque se cortaba el pelo en la misma peluquería donde trabajaba Domínguez, también en el microcentro.
El supuesto paquete de Yemen era una estafa, ya que Domínguez entabló una “relación online con una supuesta soldado estadounidense que prestaba servicio en Yemen”, según datos de la investigación, la cual le pidió si podía recibir un dinero. Él se ofreció, pero en la aduana le exigieron 900 dólares, él se negó y nunca más respondió mensajes sobre esa situación.
“No se pudo corroborar la existencia de la supuesta encomienda que iba a llegar al país y que fuera aludida en la información que dio inicio a esta investigación. Recuérdese que cuando Chassan arribó a Argentina no le fueron secuestrados elementos explosivos (…) Por otra parte ningún sistema de distribución de correo al país asoció la existencia de un paquete a nombre de este sujeto ni con el envío al hotel que se detalló. A esto último se suma que, según la información recabada, los paquetes mayores a 10 kilos no se envían a domicilio, sino que permanecen en el centro de distribución para su retiro”, dijo la jueza, consigna Infobae.
Según el análisis de la DUIA, el presunto paquete de Yemen no existía: “La información contenida de la encomienda de Yemen arrojó resultado negativo al insertar el numero de envío/seguimiento en la base de datos del correo”.
La jueza subrayó: “En el caso debe ponderarse lo manifestado por Ledesma en su declaración indagatoria” en torno a que él “habría unido mentalmente” el dato de la llegada del sirio-colombiano con el paquete que iba a recibirse en la peluquería desde Yemen para “vincularlas a un posible atentado”. Ese supuesto paquete “resulto ser el único elemento que vinculó” a Domínguez y Chassan, quienes nunca hablaron entre sí, según surge de sus teléfonos. “Tampoco arribaron al país las otras dos personas que iban a acompañar a Chassan y que fueron mencionadas en la denuncia”, dijo la jueza.