Abrió en Villa Luro una casa para que familias en situación de calle “puedan terminar de reinsertarse en la sociedad”
Tiene capacidad para 41 personas y cuenta con un equipo específico para atender casos de violencia intrafamiliar. Ofrece cursos de carpintería, peluquería, manicuría y talleres de crianza, de prevención de enfermedades sexuales y de embarazos no buscados.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires inauguró en Villa Luro (Comuna 10) la “Casa Familia” Juana Manso “para que las familias en situación de calle puedan terminar de reinsertarse en la sociedad”.
Se trata de una experiencia innovadora que, a diferencia de los Centros de Inclusión Social (CIS), “promueve que las familias se puedan independizar”, expuso el GCBA y agregó: “Los residentes se organizan en grupos para establecer acuerdos sobre el uso de los lugares comunes, asumir responsabilidades diarias como la limpieza, la cocina y la gestión de insumos. Y hay mayor independencia en los horarios de ingreso y egreso. Cada “Casa familia” tiene su espacio privado y también áreas comunes donde pueden capacitarse, trabajar en la reinserción laboral y desarrollar habilidades que permitan la autonomía económica para no volver a la calle. “Casa Familia” Juana Manso tiene capacidad para 41 personas y cuenta con un equipo específico para atender casos de violencia intrafamiliar. Ofrece cursos de carpintería, peluquería, manicuría y talleres de crianza, de prevención de enfermedades sexuales y de embarazos no buscados. Se busca desinstitucionalizar el proceso a través de una integración social duradera e independencia económica, marcando un camino hacia la autonomía plena y la inclusión”.
“Actualmente más del 60% de las personas en situación de calle en la Ciudad llega de la provincia de Buenos Aires, por eso quienes sean porteños tendrán prioridad en “Casa Familia”. Antes de ingresar, las familias firmarán un acuerdo de convivencia. El tiempo de estadía dependerá de cada una y se trabajará para que las personas puedan buscar trabajo y mantenerlo, capacitarse y reconciliarse con su familia de origen o redes de contención. Además deberán proveerse de alimentos, prepararse su comida, limpiar su espacio y se dividirán turnos con el resto de los residentes para la limpieza de los espacios comunes. Ahora se mudarán familias de otros Centros de Inclusión Social que están a un paso de egresar: mujeres con hijos del CIS Azucena y del América”, sumaron fuentes oficiales.
“Con este programa pionero, la Ciudad ayuda a quienes están pasando por una situación difícil para que puedan salir adelante, mientras viven en un lugar que deben cuidar como propio. Es el último paso antes de empezar con un nuevo proyecto de vida”, sostuvo Jorge Macri en Villa Luro. Junto al ministro de Desarrollo Humano y Hábitat porteño, Gabriel Mraida.
“Lo vamos a decir siempre: la calle no es un lugar para vivir, y mucho menos para los chicos. Buscamos que ninguna persona duerma en la calle y que cada una pueda rearmar su proyecto de vida con libertad y así mejorar la convivencia con todos los vecinos”, agregó el mandatario.
La Ciudad cuenta con 47 Centros de Inclusión Social (CIS) que funcionan las 24 horas: “Allí un equipo profesional orienta a cada persona a retomar su proyecto de vida: colaboran con documentación, prestaciones de salud y asistencia por consumos problemáticos. Los CIS cubren las necesidades más inmediatas: alojamiento, alimentación e higiene. Se dividen en centros para familias, para mujeres con chicos, para adultos mayores y para mujeres y hombres solos. Hoy hay más de 3.100 personas alojadas”.