La Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires divulgó su nuevo informe “Caracterización de la PEA. Ciudad de Buenos Aires. 1er. trimestre de 2023” donde afirma que “en el primer trimestre de este año la población asalariada de la Ciudad se retrajo un 2,1% respecto del 2022; en contraste, la población cuentapropista se expandió un 22,9% en el lapso de un año”. También se alerta que la tasa de actividad no recupera las cifras previas a la pandemia.

Es la conclusión de la última Encuesta Trimestral de Ocupación e Ingresos (ETOI). Se trata de “un relevamiento continuo que tiene por objetivo la obtención de estimaciones permanentes de indicadores del mercado de trabajo y de ingresos de la población de la Ciudad de Buenos Aires, la caracterización del empleo por zona y para algunos grupos poblacionales específicos”.

“La población bajo estudio está constituida por los hogares particulares de la Ciudad de Buenos Aires, quedando excluidos quienes residen en hogares colectivos, los huéspedes en hoteles turísticos y las personas sin residencia fija. Se trata de un estudio por muestreo de viviendas en las que se encuesta a la totalidad de los hogares que habitan en ellas y a todos sus miembros”, explican fuentes oficiales sobre la metodología.

Estos son los resultados del primer trimestre de 2023: “En el primer trimestre de 2023, se destaca la persistencia interanual en la tasa de actividad (que no alcanza los guarismos anteriores a la pandemia), mientras que la tasa de empleo toca el nivel máximo de la serie iniciada en 2015. De esta situación deriva que el 6,4% de la población económicamente activa se encuentre en condición de desocupación abierta, guarismo que se compone como el más bajo de la serie para los primeros tres meses del año. El empleo está motorizado por las mujeres, por el sector de Servicios, por la población que trabaja por su cuenta y por los asalariados sin registro en la seguridad social. La tasa de asalarización toca su mínimo histórico para un primer trimestre”.

“Al mismo tiempo, aumenta la población cuentapropista y nuevamente se constituye en la más alta de la serie para un primer trimestre (23,3% de la población ocupada). El conjunto de la población activa que presiona en el mercado de trabajo ya sea para conseguir una ocupación (población desocupada), cambiar la que tiene o sumar horas (población ocupada demandante) asciende al 13,5%, inferior a la del mismo período del año anterior e incluso de 2019”.

“Los ingresos laborales y no laborales crecen, por lo que aumentan los ingresos individuales y de los hogares. Pero como la evolución de los precios resulta más veloz en el período (102,8%), hay una pérdida del poder adquisitivo. Los guarismos de pobreza se mantienen cercanos a los del mismo trimestre del año anterior, pero cambia la composición porque aumenta la indigencia; al mismo tiempo, se reduce la porción en el otro extremo de la distribución, de los sectores acomodados”, concluye el informe.