La legisladora porteña Vanesa Gagliardi (MST-FIT Unidad) presentó en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires un proyecto de Ley para reestatizar el servicio de higiene urbana.

“Es el mayor contrato privado, consume el 7% del presupuesto de la Ciudad y nos cuesta cinco veces más caro que el servicio estatal a cargo del Ente de Higiene Urbana. Si reestatizamos todo el servicio nos ahorraríamos más de 124 mil millones de pesos cada año, que podríamos volcar a educación, salud y otras necesidades sociales. Literalmente, es plata de las porteñas y porteños tirada a la basura”, explicó.

“Dicho costo es exorbitante e injustificado. Así lo confirma nuestro cuadro comparativo, en base a los propios datos oficiales del Presupuesto 2023. A similar calidad del servicio, regular en ambos casos, este año el costo en las zonas a cargo de concesionarias privadas es un 553% más caro que el costo en la Zona V, en la Comuna 8, a cargo del Ente de Higiene Urbana”, expuso. Dicho Ente fue creado por la Ley 462 en agosto de 2000.

“Es necesario poner fin al criterio de entender al servicio público como un negocio privado. Al costo estatal, limpiar las 24.088 cuadras del actual servicio privado costaría 27.428 millones. Si del costo privado actual restamos esa cifra, la Ciudad ahorraría casi $ 124.148 millones. Entonces, reestatizando el servicio, podríamos destinar ese monto a equipar el EHU y a la salud y la educación públicas u otras prioridades sociales. Es más: a dicho gasto por la recolección privada en realidad habría que sumarle el costo de las tareas de control, que también se licita a contratistas privados e insume nada menos que 1.017 millones de pesos adicionales al año1 . A nuestro juicio, y a fin de mejorar sustancialmente la calidad, el control del servicio lo debe realizar personal de la propia planta municipal en forma conjunta con el control social que proponemos en el art. 2° del presente proyecto”, argumentó.

A su vez la dirigente de izquierda Cele Fierro, precandidata a legisladora por el FIT Unidad, agregó: “Es indignante que el gobierno de Rodríguez Larreta siga priorizando este multimillonario negocio privado en perjuicio del dinero público, en una lógica privatista que también aplica al subte, la poda, la obra pública, la educación y todo. Del curro de la basura es cómplice la ‘oposición’ de Unión por la Ciudad, que aprobó las leyes privatistas a favor de las concesionarias”.