“Nadie filma; nadie dice nada”, la orden de un policía de la Ciudad oída por una médica del SAME
Declaró en el juicio la médica del SAME que asistió a Lucas González poco después de que recibiera una bala policial en la cabeza cuando iba con tres amigos en un auto por el barrio porteño de Barracas, en noviembre de 2021.
La médica del SAME que asistió a Lucas González poco después de que recibiera una bala policial en la cabeza cuando iba con tres amigos en un auto por el barrio porteño de Barracas (Comuna 4) en noviembre de 2021, dijo hoy, al declarar como testigo, que escuchó a un efectivo decir a otros “nadie graba, nadie vio nada” y que percibió en el lugar “un clima tenso, de mucho nerviosismo”.
“Cuando llegamos vi una escena bastante impactante, no era habitual: muchos efectivos, un vehículo en que había una persona joven en grave estado, todavía con vida. Eran heridas de arma de fuego, con pérdida de masa encefálica. En la escena había mucha sangre, no era algo que veía todos los días, era impactante. La escena era tensa, las personas que estaban trabajando estaban muy nerviosas, se veía que no era un hecho habitual”, aseguró la médica del SAME Miriam Sosa, la primera profesional en atender a Lucas y trasladarlo al Hospital Penna.
Sosa afirmó que mientras daba las primeras atenciones al paciente escuchó que un policía les gritaba a otros colegas “nadie graba, nadie vio nada”.
“Era un efectivo bastante grande, corpulento, que gritaba de manera seria. No se dirigió a mi sino a sus efectivos. Ahí me percaté de que la situación era muy grave. Los policías estaban súper nerviosos, me preguntaban cómo estaba el paciente”, afirmó la médica.
Luego, recreó la escena diciendo que fue algo “de película”, ya que, según representó, el policía que hizo la advertencia señaló al resto con el dedo índice mientras daba un giro de 360 grados diciéndoles “nadie filma”.
Sobre el adolescente, la médica expresó que se encontraba con vida, lleno de sangre, pero en una situación de extrema gravedad.
La profesional detalló que en la ambulancia viajó junto a ellos un policía y agregó que, desde que se enteró de lo ocurrido por los medios de comunicación, tiene “miedo”.
“Yo tengo miedo. En el momento no porque no sabía lo que había pasado, pero ahora me da miedo porque sé que hay mucho en juego de todas las partes. Hubiera preferido no haber estado en ese lugar”, sostuvo con la voz entrecortada, tras lo cual aseguró que no pudo volver a “trabajar tranquila”, ya que se siente “amenazada” y no se puede olvidar de lo que ocurrió.
Por último, la mujer afirmó que no vio ese día ningún arma de fuego junto al cuerpo de Lucas ni dentro del auto Volkswagen Suran en el que se encontraba la víctima junto con sus tres amigos.
Antes de final su declaración, la médica recordó que, cuando ingresó junto al paciente a la sala del shockroom del Hospital Penna, cayeron del cuerpo del adolescente “dos o tres” elementos que describió como “cartuchos”, aunque no pudo determinar si eran de plástico o de metal.
Agencia Télam