Raúl Martín ‘Dumbo’ Maylli Rivera, a quien la Justicia le imputa ser el jefe de una organización dedicada a la venta de drogas en el complejo habitacional Padre Mugica de Villa Lugano (Comuna 8), fue trasladado por agentes de la Policía Federal (PFA) y del Servicio Penitenciario Federal (SPF) al Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, una cárcel de máxima seguridad, tras ser extraditado desde Perú en noviembre del año pasado.

Durante dos meses ‘Dumbo’ estuvo alojado en la Unidad 28 de la Alcaidía de Tribunales. Al llegar al penal de máxima seguridad, los efectivos constataron el estado de salud de Maylli Rivera y le tomaron sus datos filiatorios.

El juez federal Julián Ercolini será el encargado de juzgarlo. A ‘Dumbo’ lo arrestaron en la madrugada del 28 de octubre del año pasado en Parque San Silvestre, en la capital de Perú. Había fingido su muerte con una tumba falsa en el Cementerio de Flores (Comuna 7) y el Gobierno nacional ofrecía una recompensa de $5.000.000 por datos sobre su paradero, siendo uno de los hombres más buscados del país.

En noviembre el magistrado lo indagó, pero este se negó a declarar tras ser imputado como autor de los delitos de “comercio de estupefacientes agravado por haber intervenido tres o más personas organizadas, por la intervención de menores de edad y por haberse cometido en inmediaciones de establecimientos donde se realiza actividades deportivas; organización o financiación de actividades relativas al comercio de estupefacientes, su ingreso al territorio nacional y contrabando; y acopio de armas de fuego y municiones”.

Por estos mismos delitos, a principios de septiembre último 18 integrantes de la banda que comandaba ‘Dumbo’ y otros dos que eran menores de edad, entre ellos su hijo, fueron declarados responsables de los delitos que se les imputaron.

Para los investigadores que trabajaron bajo las órdenes del fiscal Diego Iglesias, a cargo de la Procunar, la organización de ‘Dumbo’ estaba integrada por al menos 20 personas y ejercía en la”Platea 11″ del Complejo Habitacional Padre Carlos Mugica y del asentamiento Bermejo, que está enfrente, todo en Villa Lugano, consigna Télam.

Algunos de los integrantes ocupaban departamentos en la “Platea 11” para fraccionar la droga y depositar armas y el dinero. La droga se vendía en un pasillo en forma de “L” (cerrado al público) que queda al lado de una canchita de fútbol.

“La venta se hacía en dos turnos durante las 24 horas, los 7 días de la semana”, dijo uno de los pesquisas a la agencia citada, quien agregó que la banda “tenía un alto grado de organización, con la participación de los denominados ‘satélites’ y ‘marcadores’ que alertaban a los vendedores sobre el ingreso de policías y personas sospechosas”.